ENTREGADO EL CERTIFICADO DE ACREDITACIÓN A LA CLINICA NEUROCARDIOVASCULAR DIME DE CALI
La entrega se realizó el 29 de enero de 2019, en ceremonia realizada en el Club Colombia de Cali. En la ceremonia estuvieron presentes el Ministro de Salud, Dr. Juan Pablo Uribe Restrepo, la gobernadora Dilian Francisca Toro, el alcalde Maurice Armitage Cadavid, el Director General de DIME, Dr. Fernando Gómez; la Dra. Carolina Isaza de Lourido, Gerente Clínica; Dr. Alejandro Varela, Gerente general, exministros, exalcaldes, gobernadores, invitados, médicos y trabajadores de la institución.
El Instituto Colombiano de Normas Técnicas ICONTEC, hizo entrega del certificado de acreditación a la Clínica Neurocardiovascular DIME
Antes de la entrega del certificado, el Doctor Carlos Edgar Rodríguez, propuso tres breves reflexiones:
La primera sobre el sentido técnico de la acreditación en salud, el trabajo metódico de todos los días para hacer lo correcto, para prestar servicios de salud con la mayor seguridad posible, evitar riesgos innecesarios a los pacientes, usar en la forma más apropiada la tecnología y respetar en todo momento la dignidad de la persona. Estas exigencias son una propuesta para que la cultura de las organizaciones de salud se transforme en forme permanente y renueve la vocación de servicio de los trabajadores, independiente de la compleja situación sectorial y a sabiendas de que somos seres humanos falibles y con frecuencia equivocados. La acreditación en salud es una forma concreta de demostrar responsabilidad social, centrar la atención en el paciente y su familia y adoptar la filosofía del mejoramiento continuo.
Cada vez que insistimos en que las barandas de las camas estén arriba, o verificamos la aplicación correcta de un medicamento, o nos lavamos las manos apropiadamente para evitar infecciones o diligenciamos correctamente una lista de chequeo, o respetamos a las personas en su condición y las escuchamos en su necesidad, estamos cumpliendo con nuestro verdadero deber como trabajadores de la salud y con los preceptos del sistema.
Lo que hace la acreditación es tomar todas esas buenas prácticas y convertirlas en requisitos, aspirando a que estos se conviertan en hábitos que contribuyan a mejorar las acciones y las decisiones de todos y cada uno de los colaboradores, en beneficio de los pacientes, las familias y los propios trabajadores.
Aunque el certificado tiene un reconocimiento importante, hemos propuesto que se entienda más bien, como un medio y no como una finalidad en sí mismo. No es por el certificado que debemos actuar con la mayor calidad posible, es por los pacientes, por los propios trabajadores, por la institución como patrimonio social y por el sistema de salud que necesita ser efectivo y ayudar a la población cuando esta lo requiere.
La segunda reflexión se refiere a la importancia del logro como un compromiso de largo plazo con el mejoramiento continuo. A pesar de todos los esfuerzos y logros obtenidos, es más importante lo que viene, comprometerse a seguir mejorando todos los días, a ser disciplinado y transparente en las actuaciones, a buscar la mejora permanente de la estructura, los procesos y los resultados, y a rendir cuentas como demostración de responsabilidad social. Los modelos de evaluación externa de la calidad promueven la transparencia y ayudan a las instituciones a exponerse a miradas diferentes a la propia. La presencia de las autoridades, testigos y personas que nos acompañan, constituyen en sí mismo un reconocimiento valioso y un compromiso que implica una inmensa responsabilidad hacia adelante. Se trata de un pacto de honor con la mejora.
El modelo de acreditación exige el cumplimiento de requisitos de entrada, de los estándares asistenciales y administrativos y en esencia es igual de exigente a modelos internacionales similares, pues cuenta con el aval de ISQua la Sociedad Internacional para la Calidad en el Cuidado de la Salud, desde el año 2009, con lo cual el sello contribuye desde luego a hacer más competitiva a la institución y a la ciudad en el ámbito internacional.
DIME obtiene este reconocimiento por su trabajo de varias décadas en favor de la población, por sus aportes científicos y por su oferta de valor que hace posible salvar la vida de miles de personas que padecen trastornos neurológicos o cardiovasculares y que requieren atención urgente y efectiva. Han desarrollado un modelo de atención integral que brinda seguridad, oportunidad y resultados superiores comparables con los de países desarrollados, son pioneros en diferentes frentes de su trabajo y ejemplo para otras instituciones de la región y del país.
Se requiere que este logro sea validado y reconocido por la sociedad. Compete a cada uno de los trabajadores de esta institución hacerse parte del proceso de transformación cultural que han emprendido y defender con inteligencia y humildad la causa del servicio. Compete a todos los usuarios que reciben la atención, contribuir en la conservación de la infraestructura, participar activamente en su propio cuidado y ayudar a que los recursos se utilicen en la forma más apropiada posible. Compete a los aseguradores y pagadores del sistema valorar los esfuerzos y logros en materia de calidad de la institución y validarlos socialmente con pagos oportunos, confianza entre partes y evaluación y seguimiento al mantenimiento y mejoramiento de los resultados. Compete a las autoridades reconocer los logros y darlos a conocer a la sociedad en general.
La tercera y última reflexión se refiere a la dignidad humana, este esfuerzo permanente por mejorar nos hace conscientes de la dignidad de la persona tanto del paciente como de su familia, y desde luego que se respete la dignidad de los propios colaboradores.
La dignidad nadie nos la otorga, no es mayor por tener más posesiones o poder, o menor por carecer de medios o títulos, o por estar enfermos, saber que todos somos iguales en dignidad es fuente valiosa para actuar con sentido de justicia.
En ultimas hay que recordar, que la enfermedad, más que ninguna otra experiencia de la vida nos iguala a todos en nuestra condición de seres humanos, por tanto, vulnerables y necesitados de ayuda. El respeto de la dignidad humana es uno de los objetivos más valiosos del sistema de acreditación y todos los trabajadores de las instituciones acreditadas deben dar ejemplo de dicho respeto en su práctica cotidiana.
Que el respeto por la persona se note en la cultura es una de las apuestas más importantes del sistema y sin duda, debe ser su mayor aspiración.
Algo que debería inspirarnos a todos los trabajadores de la salud en esta línea, es entender que posiblemente requeriremos en el futuro de la ayuda que hoy ofrecemos. El viejo precepto de “Hoy por ti mañana por mí”, nunca había sido tan necesario para los seres humanos y por supuesto para los trabajadores de la salud.
Estas tres reflexiones: la del sentido de la acreditación ( hábitos y cultura de servicio), la de la importancia del logro ( pacto de honor con el mejoramiento continuo) , y esta última sobre la importancia del reconocimiento de la dignidad de la persona como eje central de nuestro trabajo y como impulsor en la búsqueda permanente de la excelencia (ética del respeto y de la responsabilidad) deben ser provechosas para todos los presentes y constituir un mensaje motivador para todos los trabajadores de esta querida institución.
Finalmente, el doctor Carlos Edgar felicita y agradece a los líderes y a todos los trabajadores de DIME, que han hecho posible este logro, su contribución a los pacientes, a la sociedad en general, a la ciudad y al país.