Entre los temas y conceptos abordados durante el foro, se hizo referencia a los diferentes tipos de riesgo, su identificación, clasificación, valoración, intervención, control y seguimiento; a las diferentes herramientas para su abordaje, a la normatividad y normas técnicas relacionadas. Así mismo se destacó la importancia de contar con el compromiso de las altas directivas, el involucramiento de las áreas administrativas, los líderes de calidad, los dueños de procesos, el personal operativo y colaboradores en general de las instituciones, resaltando las figuras de los gestores de riesgos y equipos de mejoramiento, todo lo anterior enfocado a una estructura de alto nivel.
En las presentaciones se refirieron al pensamiento basado en riesgos, a la cultura de la prevención, a las oportunidades de mejora generadas por riesgos negativos o positivos y tener en cuenta el contexto para el tratamiento de los riesgos y las decisiones gerenciales. Así mismo se hizo referencia al riesgo ligado a las decisiones y objetivos, asociado al movimiento y al “riesgo cero” como un imposible filosófico.
Respecto del riesgo clínico se mencionaron dimensiones para su gestión, incluyendo la institución, los procesos, los servicios, la interdisciplinariedad y los individuos; el abordaje incluyendo a la familia, paciente y cuidador; el apoyo en un plan de enfermería y farmacología clínica, interdisciplinario e individualizado. Así mismo se resaltó el apoyo en la historia clínica, la comunicación de la gestión del riesgo, la implementación de procedimientos y prácticas corporativas, la autorregulación y el autocontrol desde el Gobierno médico. Se recalcó que la prestación de servicios a individuos y comunidades, debe agregar valor superior, representado este en desenlaces superiores que importen a los pacientes y cumplan con sus expectativas, con eficacia, eficiencia y seguridad. Se añadió que un Sistema de administración del riesgo debe tener un enfoque preventivo y anticipatorio en seguridad del paciente, que durante el alta hospitalaria y hospitalización domiciliaria, deben preverse los problemas de comunicación con los diferentes profesionales, compartir pacientes, no solo diluir gastos, entre los diferentes prestadores. Finalmente se hizo referencia a los Grupos relacionados de diagnóstico GRD, que permiten mejorar el registro del dato primario, clasificar pacientes con base en grupos de complejidades, disminuir la variabilidad, establecer indicadores ajustados y obtener mejores desenlaces; a la eficiencia, satisfacción y resultado clínicos y a la generación de conocimiento. En conclusión hay que entender los intereses de los actores, su articulación alrededor de la gestión clínica, entendiendo que en la gestión integral del riesgo e intervención interdisciplinaria, hay puntos de encuentro.
Respecto de las sedes integradas en red se presentaron experiencias enfocadas a la integralidad en la prestación de los servicios, el enfoque en el ciclo vital, la caracterización de las poblaciones, comunidades y familias; el sistema de información en red y la articulación con las EPS. Se hizo mención a la implementación de las Rutas integrales de atención en salud RIAS, a la integración con los niveles de alta complejidad, a la Política de Atención Integral en Salud PAIS, mediante la gestión integral del riesgo en salud con enfoque diferencial y al Modelo Integral de Atención en Salud MIAS, con sus componentes, entre otros, las Rutas integrales de atención, la gestión integral del riesgo en salud GIRS, el Plan decenal de Salud Pública, las redes integradas de prestadores de servicios de salud RIPS, el rol del asegurador, el fortalecimiento del talento humano con enfoque familiar, la investigación e innovación. Se subrayó que el MIAS permitirá el acompañamiento, la anticipación a eventos de salud pública e individuales, con consecuencias menos severas y rehabilitación.
Se destacó a la calidad como un aspecto del buen desempeño, a la política pública de calidad expresada en el Plan Nacional de Mejoramiento de la calidad, que tiene en cuenta la humanización, la seguridad, la efectividad, la experiencia de la atención y la gestión del riesgo, reflejados en el nuevo sistema de información para la calidad.
